Existen un montón de trucos para afrontar los retos y dificultades de la vida, lo complicado es saber cuál usar y, para saberlo, es clave aprender a mirar y escuchar hacia fuera
Si eres una persona tímida, necesitarás trucos para entablar conversación y, si no paras de hablar, necesitarás trucos para no avasallar. Pero para usar bien cualquiera de esos trucos tendrás que descubrir si el entorno en el que estás permite estar callado o hablar por los codos o hasta donde puedes quedarte en tu zona de confort o necesitas salir de ella. Es decir, tendrás que mirar y escuchar atentamente hacia fuera.
Habitamos ecosistemas sociales complejos y, sin embargo, a menudo y casi por inercia, miramos y escuchamos sobre todo hacia dentro
Mirar y escuchar hacia dentro hace que, con frecuencia, veamos sobredimensionadas nuestras dificultades y oigamos el ruido de nuestro pensamiento más alto que el del mundo que nos rodea. Así, todo lo que nos cuesta, disgusta o inquieta, tiñe nuestra percepción y nos impide ver muchas de las soluciones, oportunidades y placeres que nos rodean.
¿Sueles escuchar conversaciones ajenas? Tiene mala fama, pero va requetebién para entrenar poner la atención fuera
Escuchar u observar a quien te rodea baja el ruido mental de forma inmediata y, además, ¡ahí fuera hay otras personas afrontando la vida! Primero escucharás cosas que parecerán reforzar tus desazones, pero, a medida entrenes el arte de mirar/escuchar hacia fuera, descubrirás que otras personas sufren de manera parecida y podrás encontrar, copiar o descartar soluciones que ves en otras personas y que no se te habrían ocurrido.
Dijo el psiquiatra Francesc Tosquelles: “Cuando paseamos por el mundo, lo que cuenta no es la cabeza, son los pies”
Los pies nos llevan a ver y escuchar cosas diferentes y la cabeza a veces está demasiado cerca para tener la perspectiva necesaria para resolver nuestras dificultades. Cuando hayas entrenado lo suficiente para mantener los ojos y los oídos girados hacia fuera, verás que casi todas las soluciones están de la piel para fuera. Igual que casi todos los placeres (un atardecer, un roce, un bombón), oportunidades (proyectos, pasiones, personas o lugares por descubrir) y sostenes (amistades, familia, amores).
¿Sientes que tu ruido mental no te deja ver y escuchar a tu alrededor?
Explícame tu situación y buscaremos las herramientas estratégicas que te pueden ayudar.